viernes, 24 de febrero de 2012

¿Qué es la ilustración? Immanuel Kant





¿Qué es la ilustración? es uno de los estudios que Kant, publicó en la Revista mensual de Berlín en noviembre y diciembre de 1784. El primer requisito de la  Ilustración, afirma Kant, es la salida del hombre de su autoculpable  minoría de edad, es decir, de su incapacidad para servirse de su propio entendimiento sin la guía de otro. Según Kant, estamos precisamente ante momento decisivo en la historia de la liberación humana, se puede palpar la valentía del hombre, el cual, por fin, se ha servido de su inteligencia para pensar por sí mismo, dejando atrás tutores y consejeros manipuladores. Kant habla de la causa de tal “minoría de edad”, la cual no es la carencia de entendimiento sino la falta de valor y decisión para servirse uno mismo de su propio entendimiento, dejando que sean otros (grandes tutores) los que rijan los destinos del propio pensar. Por esto es que el lema de la Ilustración, sea Sapere aude, es decir, atrévete a pensar por tí mismo. También nombra a la pereza y la cobardía como otras causas de la minoría, ya que resulta más cómodo dejar que otros asuman las responsabilidades que nos conciernen, y que piensen por nosotros mismos. El autor también señala que son muchos los peligros que nos acechan si decidimos permanecer en la minoría de edad y la guía de otros. Por ejemplo, los tutores se encargarán de domesticar y manipular completamente a los menores de edad, provocando en ellos la sensación de serles imposible caminar sin las andaderas en las que han sido encerrados. Uno de los requisitos de la Ilustración es la libertad de hacer siempre y en todo lugar, un uso público de la razón, lo que implica una libertad en el ser total y sin límites, cuestión que ni siquiera la sociedad puede limitar, ya que sería un crimen en contra de la naturaleza humana. Aparte, habla de un uso privado de la razón, el cual ha de ser con frecuencia limitado, pero nunca debe obstaculizar el desarrollo de la Ilustración.
Kant establece una diferencia entre época ilustrada y época de la ilustración. Se pregunta si en su tiempo se vive una época ilustrada. Su respuesta es negativa. Afirma, sin embargo, que vive en una época de Ilustración, ya que, en su tiempo, se ha abierto un gran espacio de libertad que muestran señales inequívocas de una disminución en los obstáculos que permiten llegar a una Ilustración general: la época del príncipe Federico, el cual, al menos desde el gobierno, fue el primero es sacar al género humano de la minoría de edad, manteniéndose con una libertad de espíritu propia de un ilustre.
Por último, Kant pone a la religión como punto principal de la Ilustración, describiendo la paradoja que presenta la época de Ilustración dando el ejemplo de un Principe de Estado que se ha atrevido a decir: ¡Razonad todo lo que queráis y sobre lo que queráis, pero obedeced!
Pues bien, en esta máxima se nos muestra claramente una paradoja: por un lado, la existencia de barreras cuando se produce un mayor grado de libertad; por otro lado, la existencia de la posibilidad de desarrollar todas las facultades posibles cuando el grado de libertad es menor.


domingo, 12 de febrero de 2012

El mito de la caverna y El banquete de Platón.

El mito de la caverna
Platón nos habla del Mito de la caverna en la República (libro VII).
Guiados por el propio filósofo llegamos hasta una caverna donde viven varios hombres encadenados frente al muro de piedra. Desde afuera les llega un haz de luz que es atravesado constantemente por seres que portan los más diversos objetos, animados e inanimados, lo que hace que sus sombras se reflejen en el muro (como si se tratara de una sala de cine).
Platón parece hacerse una pregunta y a su vez nos la dirige a nosotros: ¿qué pasaría si uno de los hombres lograra romper sus ataduras y se diera la vuelta? Al contemplar directamente a los objetos y a sus dueños, se sorprendería. Si logra llegar al mundo exterior, de donde proviene el foco luminoso, lo dejaría ciego, y seguramente pedirá volver a la caverna.
Para que este hombre no se vuelva loco - dice Platón - debemos acostumbrarlo poco a poco a la luz y a los objetos que desconoce. Poco a poco, se dará cuenta que la luz del Sol es la causa de las ilusiones que percibía en la caverna, y descubrirá que no eran más que sombras y ecos. Este conocimiento lo llenará de alegría y verá a la caverna como su esclavitud, a donde no querrá volver.
Pero el hombre puede decidir volver a la caverna, aunque no distinguiría nada en esas penumbras; sus ojos acostumbrados a la pura luz, tendrían que readaptarse. También podría intentar explicarle a sus compañeros lo engañados que están al tomar las sombras como realidad. Puede también seguir insistiendo a pesar de las burlas que puedan hacerle, pero lo creerían loco y tratarían de castigarlo. Sócrates dice que a través de este mito se explica que el hombre libre es aquel que por su inteligencia, y audacia personal a conseguido llegar a la Realidad, a la Verdad y a la conciencia despierta.

El Banquete.
Se organiza un banquete al que van invitados muy importantes, entre ellos Sócrates. En este banquete, Erixímaco propone que cada uno de los presentes haga un discurso en alabanza del Amor, de Eros. Todos aceptan y realizan su discurso bellamente orado. Fedro es el primero en hablar, y dice que Eros es el dios más anciano y el que le hace más bien a los hombres, porque inspira al hombre la vergüenza del mal y la emulación del bien, además de dar valor de vivir. El segundo en hablar es Pausanias, y lo hace de la siguiente manera:
-Hay dos Afroditas, y por lo tanto dos Eros, dos clases de amor. El amor que acompaña a la primera es el del cuerpo y, por tanto, no dura. Todas las demás son amores vulgares que no valen la pena, ni llegan a llenar el alma.
Luego habla Erixímaco, y dice que el amor reside en todos los seres pero es preciso fomentarlo. Cuando el amor se consagra al bien y se ajusta a la templanza y a la justicia, nos procura una felicidad perfecta.
El siguiente en hablar es Aristófanes, dice que Eros es el dios más beneficioso, cura los males que impiden la felicidad. En un principio la naturaleza humana era distinta, había tres tipos de hombres: los dos sexos existentes, y otro compuesto por estos dos y llamado andrógino. Todos los hombres eran dobles. Como eran tan poderosos querían escalar al cielo a luchar contra los dioses, y por ello, Zeus los dividió en dos mitades. A partir de ahí, hacían esfuerzos por encontrar a su otra mitad, y cuando se encontraban no querían separarse la una de la otra. Los hombres que provienen de andróginos aman a las mujeres, y las mujeres a los hombres. Las mujeres que provienen de las mujeres primitivas, aman a las mujeres. Y los hombres que provienen de los hombres primitivos aman a los hombres. El amor es el deseo de encontrar esa mitad que nos falta.
Ahora habla Agatón, diciendo que Eros es el más bello y mejor de los dioses y siempre es joven y delicado. Fija su morada en los corazones y en las almas. Es sutil. Es justo y templado.
El último en hablar del amor es Sócrates, que dice esto:
-Uno desea lo que no tiene. El amor es el amor de la belleza, luego el amor no puede ser bello. Y como lo bello es bueno, tampoco puede ser bueno. Como todos los dioses son bellos y buenos, Eros no puede ser un dios, pero tampoco es humano. Es un demonio. Por una parte no es bello ni delicado, pero por otra parte está siempre a la pista de lo que es bello, varonil, atrevido, etc. El amor consiste en querer poseer siempre lo bueno. El objeto del amor es la producción y generación de la belleza y volver un sentimiento inmortal.